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"No hay barrera, cerradura, ni cerrojo
que puedas imponer a la libertad de mi mente"

Virginia Woolf

jueves, 16 de mayo de 2013

Cocíname unos huevos, si tienes.



Si, ya sé, ya me vale, un titular de esta guisa. 
Pero no me rechistéis que aún podría ser peor que la primera opción (descartada absolutamente) era “Cocíname, si tienes huevos” pero como de sexo ya hemos hablado (creo) y de lo que hoy trataremos será de cocinar y comer, me ha hecho tilín, ante tan suculento tema, empezar el post y el día echándole huevos (:

Venga no me pongáis esas caras que me doy cuenta de que la cocina y el sexo tienen mucho en común y también hay mucha Literatura al respecto.
No se hable más, volveremos sobre ello. Pero de momento vamos a sentar las bases.


Si eres de los que te gusta  comer  y disfrutas comiendo entenderás en seguida el come come que me ocupa este día.

¡Hay que ver qué rico está todo!

Y que complicado resulta ponerse a pensar en los menús de cada día haciéndolos apetecibles y originales. Sobre todo, si no andas sobrado de tiempo.

Cuando llegas a adulto, y no te queda otra que agenciarte las habichuelas tú solito, entiendes perfectamente aquella contestación de tu madre al ¿qué tenemos para comer hoy?  ¡Comida!

Hay que llegar a un grado elevado de agilidad mental y de perfeccionamiento supremo para abrir la nevera encontrarte una lechuga, un yogurt y una sardina e idear con eso una cena para enmarcar. Pero se puede y se debe porque es muy distinto alimentarse sin más que comer disfrutando. Y también entre alimentarse y comer disfrutando está el nutrirse que dirían endocrinos y nutricionistas.
Bueno pues podemos intentar hacerlo todo a la vez.
Muy lista yo, pero hay que hacerlo, con lo que mola sentarte y que ya esté hecho.

Por eso hoy vamos a hablar de  huevos  y lo sencillo que resulta todo con ellos ;)

Seguro que a más de uno ahora mismo le están apeteciendo unos huevos fritos con sus patatas¡uhmmm, rico!  Por la cantidad de aceite que se necesita no resultan demasiado saludables pero si se comen de vez en cuando es hasta recomendable. Luego también existe el mito del elevado colesterol del huevo que hace que no lo comamos todo lo que nos gustaría. Adjunto enlaces donde se loan todos sus nutrientes y se aclara esto del colesterol y algún que otro malentendido.

Nosotros a lo nuestro, ¡a comérnoslos!
Hay muchas formas de cocinarlos y de encontrarles el puntito. Veréis qué fácil.

www.taringa.net
He sido siempre de mucho tapear, así que, trasladé esta costumbre a mis cenas y en un pis-pas me marco una cena riquísima y saludable con tres cositas o cuatro y, por supuesto, huevo.

Para empezar nuestra tortilla de patata con y sin cebolla. Para mí con cebolla, por favor.

Y después las tortillas francesas, solas o con algo más: quesito, jamón, atún … acompañadas de una ensalada y una especia al gusto. Yo soy fan del orégano.

Pero luego están los revueltos y ahí ya es la locura porque hay tantas opciones como llena o vacía esté vuestra despensa. Todo les va bien o casi todo.
Sofríes unos ajos y, si te gusta que pique, le echas una o dos cayenas y voilà! … revuelto con setas y jamón, revuelto con trigueros y gambas, revuelto con patatas y chorizo, revuelto con ajetes y atún, o las setas con las gambas y el triguero con jamón. Las variaciones al gusto.

El otro día me sorprendieron con huevos en cocotte y en cada cazuelita una combinación diferente: ¡delicioso!    En el cuenco que previamente habremos untado con mantequilla y salpimentado pones cualquier ingrediente: tomate, espárrago, salmón, bacon, lo que más rabia te dé, o tengas a mano, luego echas el huevo y al horno un ratejo al baño maría. ¡Caprice des Dieux!

Huevos cocidos, escalfados, rellenos, pasados por agua, en sándwich, en ensalada, con salmorejo, con queso... ¡qué ricos!

No hay excusa. Quien no saborea y disfruta comiendo es porque no quiere.

Venga, echadle huevos al día.



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