Cabecera

"No hay barrera, cerradura, ni cerrojo
que puedas imponer a la libertad de mi mente"

Virginia Woolf

martes, 30 de abril de 2013

Unos atorrantes



«La amistad es una religión sin Dios, sin Juicio Final y sin diablo. 
Una religión no ajena al amor, a un amor donde se proscriben la guerra y el odio, 
donde es posible el silencio.»
Elogio de la amistad, Tahar Ben Jelloun







Podría transcribir ahora entera la canción de Serrat  “Las malas compañías”  y con ello dejar sentenciado este post porque en ella se encuentra todo lo que hoy os vengo a contar acerca de la amistad.  Sí, esa cosa de la que a diario nos encontramos tantas frases hechas. Esa cosa que va acompañada siempre de un amigo. Preciosa palabra.

Los años y la vida  ayudan a entender razones y miradas. Por eso, con el tiempo, “en ocasiones veo amigos” al doblar cualquier esquina, al traducir detalles que antes, por estar yo a mis cosas, se me escapaban, al comprender su lenguaje, casi siempre no verbal. Al conectar siempre con algún rasgo de la gente, mi corazón podría ser un conventillo, como en cierta ocasión decía Mafalda.

Pero que salte la chispa es siempre un asunto a dos:


“Pones juntas dos personas que nunca antes han sido puestas juntas y a veces el mundo cambia, a veces no. Pueden chocar y quemarse, o quemarse y chocar. Pero a veces algo nuevo se construye y entonces el mundo cambia. Juntas, en esa primera exaltación, son mucho mayores que en sus dos entes separados. Juntas, ven más lejos, ven más claro".
Levels of life, Julian Barnes


Con este párrafo Barnes comienza su último libro, en donde habla de su relación de pareja, es decir, de amor. Pienso que podemos extrapolar la intención del texto también a la amistad.
¿Acaso no es la amistad también amor? 
Aunque es obvio donde ponemos  la línea divisoria. 

La amistad tiene la ventaja de que puede mantenerse a kilómetros de distancia y sin embargo sentirse muy cerca. El amor puede que no resista esta separación pues la conexión física y mental es primordial, y puede darse el caso de estar muy juntos físicamente pero la mente a kilómetros de distancia. En ese punto el equilibrio es complicado… y chungo si te dicen “te quiero como amigo”... ufff…jodido.

La amistad no tiene este grado de exigencia.

Julian Barnes tuvo la fortuna de vivir en pareja la plenitud conjunta del amor y la amistad. Levels of life, habla de esto y, sobre todo, del dolor ante la muerte de ella. No obstante, cuestión de carácter, me quedo con esa idea que transmite de que el riesgo a correr es un pequeño precio a pagar por el placer de elevarte por encima de la vida ordinaria en una ola de entusiasmo.   
Quería hacerle hoy una mención porque creo que el libro merece la recomendación y está recién salido del horno.

Pero me disperso… por dónde íbamos…
Ah, si… la amistad.

Bueno, más que de la amistad, así en abstracto voy a hablar de los amigos.  

Desde ese preciso momento en que comienza la amistad, desde ese instante en el que alguien da al interruptor de encendido, traspasa los límites y te toma por rehén, yo no veo más que ventajas.

Hay tantas clases de amigos como personas. En Elogio de la amistad, Tahar Ben Jelloun nos habla de unos cuantos: el amigo intermitente, el amigo de paso, el amigo desaparecido, el amigo reencontrado. Pero luego está el amigo incondicional, sin intermitencias, que llegó a quedarse, aún en la distancia, y por el que no pasa el tiempo pues la conexión es tan buena que, aunque transcurra mucho sin hablar, la comunicación siempre se restablece en el mismo punto sin dañarse.

Un buen amigo nada tiene que ver con un conocido, un compañero de trabajo, un familiar. Esto con frecuencia se confunde. Un buen amigo te conoce bien porque se ha tomado su tiempo, está en sintonía, escucha, es discreto, no juzga, reconforta, libera. Si es de los buenos, buenos, te ayudará, te enseñará, te hará crecer, vivir, te dará alas y te las reparará si es necesario.

Me gustan los que te quieren con locura y cuando se les nota demasiado disimulan. Disimulan también cuando a quien se le nota la locura por ellos es a ti, no vaya a ser, qué tontería, que nos volvamos moñas. Este pudor contrapuesto con el desahogo con el que se beben la vida, se desmarcan de las reglas y derraman su tiempo y su vida en tu copa como si no hubiera un mañana, se convierte en una mezcla irresistiblemente perfecta e imprescindible para transitar por la vida.

¿Que los buenos amigos se cuentan con los dedos de una mano?
… bueno, y a veces también de un pie ;)

¡Qué le voy a hacer, mis amigos son unos atorrantes!



viernes, 26 de abril de 2013

¿Qué se dice?


Portada del libro de C. Stuart. Ed. Beascoa
¿Hay alguien a quién no le resulte familiar esta escena?
Pues si, supongo que la contestación sería: “Gracias” al menos eso es lo que nos enseñaron a decir como muestra de buena educación. 
Pero en estos días hay pocos motivos para agradecer nada y, sobre todo, en materia de educación. Dan ganas de contestar de otro modo menos amable y educado.¿Que qué se dice? Se dice: Así NO.


Que les habrá hecho a nuestros señores políticos la  Educación Pública  para que cada día la ahoguen un poquito más, la vapuleen hasta la tortura, la menosprecien y la nieguen recursos de la manera en que lo hacen.¿Puede ser que de este modo el foco de atención se va hacia la educación privada que es donde está el dinero? ¿Puede ser porque universalizar una enseñanza de calidad desdibujaría las diferencias de clase y eso no se puede consentir?
Enzarzados en discusiones inanes, vendiéndonos sus buenas intenciones de mejora, cada cierto tiempo nos vuelven a presentar un nuevo proyecto de ley ¿Por cuál vamos ya? Que si LOGSE, que si LOE, LODE, LOCE, ahora preparándose en la línea de salida la LOMCE. Esta última desencadenada, entre otras cosas, porque existe una asignatura llamada Educación para la ciudadanía que arrincona a la de Religión (pensé que éramos un estado laico). Pero nunca con ninguna de estas sesudas propuestas dan en el clavo y demuestran que en realidad se preocupan muy poco por ella, de verdad, con la intención de mejorarla.

La Educación no es una mercancía, ellos creen que sí. Para ellos todo se compra y se vende, es el único lenguaje que entienden. Habrá que sacarles de su error entre todos.

La educación necesita nuevos planteamientos que la sitúen donde siempre debería estar en el centro de nuestra sociedad, como el  objetivo principal de todos. No es la banca. No es el armamento. No son los mercados. Es la Educación. Todos debemos concienciarnos de esto, pues sin este convencimiento nunca conseguiremos evolucionar hacia una sociedad más equitativa y feliz. Hay que mimar todos los elementos que intervienen en ella desde sus instalaciones, sus recursos, hasta sus actores: profesores, padres y alumnos. Sin recortes, sin racanear un céntimo. Todos conocemos buenos ejemplos de cómo hacerlo y dónde se lleva a la práctica con resultados ampliamente satisfactorios.

Si ya es una responsabilidad enorme educar a nuestros niños y jóvenes, hacerlo como lo hace la Educación Pública española con todo en contra, cada vez más sacrificada, es casi un milagro. No sé por qué luego nos escandalizamos del altísimo fracaso escolar que tiene nuestro país. Lo asombroso es que consigamos aún algún buen resultado y que todavía haya quien quiera estudiar, con tan pocos recursos y un futuro tan poco esperanzador. Será que ante la adversidad sólo los mejores se crecen y eso es lo que buscan nuestros sesudos políticos: la selección de la especie. Sabio plan.

La Educación necesita paciencia, recursos, espacio y tiempo, y tal y como ahora está planteada es complicadísimo conseguir este caldo de cultivo en nuestros colegios. Aún así, cada mañana los maestros de la escuela pública llegan a sus colegios para abrir sus puertas y comenzar un nuevo día con la esperanza de que algo bueno dará todo ese esfuerzo.

¿Qué se dice?
 ¡Gracias!





Os dejo unos cuantos enlaces por si queréis seguir dándole vueltas al tema. 
Ya me diréis qué os parece.


 
Esperando por Superman (Waiting for Superman)
(Dir.: Davis Guggenheim.
2010, EE. UU. 102 min)


https://www.youtube.com/watch?v=2iXR_HZd--4
Solo es el principio (Ce n'est qu'un debut)
(Dir.: Jean-Pierre Pozzi, Pierre Barougier. 2010, Francia. 102 min)

https://www.youtube.com/watch?v=Kvz0CjtwH2k
Explain Like I'm Five: Existentialism and Friederich Nietzsche 

martes, 23 de abril de 2013

Más sexy


Bien, llegó el momento, vamos a hablar de sexo.
Pero si hoy es el Día del Libro.
Ah, bueno, pues eso, vamos a hablar de libros ¿hay diferencia?

Además, hoy recibe el Premio Cervantes, José Manuel Caballero Bonald, gran poeta, gran escritor y buen conocedor del vino. Alguien que me ayudó mucho a saber del tema cuando me ganaba la vida escribiendo sobre ello (algo debisteis notar hace unos días ;)

Gran maridaje: lectura, vino… …sexo.

Sirenas, Gustav Klimt, 1899


Un libro bien escrito es excitante y adictivo.
Quien lo escribe: interesante y misterioso.
La mezcla, en las cantidades precisas, puro sexo. Porque el sexo, señores míos, está todo en la mente.

Si no decidme por qué nunca olvidas la primera vez que te enganchas y te conviertes en amante de los libros ya para siempre. Tanto que llegas a repetir hasta perder la cuenta. Al menos yo no lo he olvidado.

Esa experiencia la tuve con Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez, no era mi primer libro pero si la primera vez que me quedaba sin aliento y descubría lo que eran capaces de construir las palabras. No sé las veces que lo he leído, ni en qué partes me he detenido con más deleite, siempre encontrando nuevos matices.
¿Hablo de un libro? Hablo de algo más que un libro.
Hablo de experimentar, hablo de sentir.
¿Hablo de sexo? Hablo de algo más que sexo.

No soy capaz de conectar con alguien que no reconozca este comienzo “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en la que su padre lo llevó a conocer el hielo…”  y que de ahí no se haya dejado llevar a ese viaje por la imaginación hasta hacer de esa experiencia algo “irrepetible desde siempre y para siempre”.

Después vinieron otros libros muy importantes también como Las Olas de Virginia Wolf en el que me sumergí sin saber dónde me metía, devorando sus páginas y del que salí totalmente alucinada. El flujo de conciencia de sus protagonistas, el tener acceso a los pensamientos de los personajes, algo imposible, de momento, en la vida real y el tratamiento que le dio la autora me impresionaron tanto que me lo leí de seguido. Con el tiempo quise volver sobre él, releerlo, y no pude, no lo entendí como aquella primera vez. Digamos que fue libro de una noche.

El retrato de Dorian Gray, preciosa novela gótica de Oscar Wilde donde el alma se materializa en un cuadro, reflejando en él la perversión, el narcisismo, la culpa de Dorian en su búsqueda de la eterna juventud y la belleza eterna. La vanidad sin medida que hoy reflejan esos rostros mil veces operados que dejan de ser humanos y paradójicamente consiguen el efecto contrario al buscado con una eterna expresión de horror.

Y llegamos a El amante de Lady Chatterley de D.H. Lawrence. Pedazo de experiencia extracorpórea para alguien que estaba empezando… … en esto de la lectura. Diré en mi defensa que había pocos libros de iniciación a la vida que arrojaran luz sobre el tema y que las clases en el Instituto (rompedoras para la época) no pasaban del uso instrumental de las herramientas. Así que, ahí estaba yo, autodidacta, a la aventura del saber y con un clásico. Vale, de acuerdo, lleno de tópicos: el marido aristócrata, pobrecito, impedido, ella llena de vida e insatisfecha y en estas que aparece un guarda bosques fornido y hecho un semental para ponerlo todo en su sitio. Qué más se puede pedir. Después los ha habido mejores, buscad en las librerías, los hay muy buenos sobre el tema, pero este fue el que me señaló el camino. Aquel verano no pasé a mayores pero, eso sí, el pelo lo llevé lleno de flores.

Y, sí, hubo otros libros que fueron importantes entonces y ahora, pero así de forma mecánica me salen estos que aquí os menciono y que me marcaron por algo. ¿Recordáis los vuestros?

Ahora está muy de moda decir que leer es sexy, expresión que viene del inglés: reading is sexy y que a su vez deriva de la expresión Smart is the new sexy.
Si, es verdad, cuando alguien lee y lo observamos completamente abducido por la lectura se convierte en alguien muy apetecible. Nos lo imaginamos con el mismo potencial de recreación y evocación que el libro que sostiene. Al menos cuando abra la boca esperamos que así sea porque las probabilidades de no defraudar aumentan con la lectura. Y, al fin y al cabo, lo que nos seduce son las mentes.

Leer no es que sea sexy, leer es la clave.






viernes, 19 de abril de 2013

Lo siguiente


Vladimir Maiakovski
Más de lo posible,
más de lo permitido,
como un delirio
de poeta cayendo en el sueño
la pelota del corazón se hace enorme,
enorme el amor,
enorme el odio.
Bajo la carga,
las piernas
avanzan vacilando,
ya lo sabes
estoy
sin embargo bien hecho,
no obstante
me arrastro,
apéndice del corazón
con mis gigantes hombros hundidos.
La leche del verso me infla
— sin poder derramarme —
hasta los bordes, y vuelve a llenarse.
¡Oh nodriza del mundo!,
hipérbole,
imaginada por Maupassant.


Lo siguiente, Maiakovsky -----------


Hacer un regalo o que te lo hagan es un asunto ciertamente complejo. Revela ciertos aspectos de la relación entre el regalador y el regalado que aparecen entre líneas y quizá no sean fáciles de descifrar.

No sé si os habéis encontrado alguna vez en un centro comercial dando vueltas como un león enjaulado, rebotando de un lado a otro buscando un regalo que hacer a alguien. Puede tratarse de un compromiso, en cuyo caso no deis más vueltas, lanzaros al vino de cabeza (a no ser que sea abstemio anónimo). Puede tratarse de una fecha señalada: lanzaros de nuevo al vino. En mi opinión hay que regalar siempre fuera de fecha para que el factor sorpresa que lleva acarreado el regalo sea aún mayor. También puede que la persona a quien vayáis a agasajar (me ha pasado más de una vez) tenga un exacerbado pragmatismo e interprete el gesto como un desembolso inútil, sobre todo si regaláis flores, seguramente se sienta incómodo/a porque será de poco regalar y se sienta presionado a corresponder, por tanto, te hará sentir muy tonto. Buena excusa para beberos el vino vosotros. Y está el caso de quien impepinablemente siempre cambiará lo que vosotros habéis elegido con tanto esfuerzo y sudores, en este caso regalad un vale por… y dejaréis de dar vueltas como una peonza y llegaréis a tiempo de tomaros un vino con vuestros amigos.

Acertar es difícil a no ser que el regalo vaya envuelto de mucha carga emocional por parte de los dos, en cuyo caso, acertaréis seguro aunque sea un barquito de papel.

También hay que tener cuidado con las intenciones del regalador.
Un compañero de mi época en la facultad a todos sus ligues les regalaba siempre el mismo perfume, que no era otro que el que utilizaba la chica de la que realmente estaba enamorado. Ellas en la inopia y él sin el resultado deseado. Parece casi el argumento de El Perfume de Patrick Süskind pero no lo es. Quizá hubiera llegado más lejos si les hubiera regalado el libro.

El mejor regalo de todos siempre es   un libro.

En Twitter estos días se ha reactivado un hashtag ante la cercanía del día del libro el próximo 23 de Abril que es #regalarunlibro. En él se pueden leer frases como #regalarunlibro es: ofrecer la llave de un sueño, es un elogio, es compartir una aventura, es ofrecer un refugio frente al dolor y la desesperanza (esta me encanta), es un piropo, es hacer el amor (esta también ;), es leerte con otros ojos, es amor.

A mi me encantaría saber la cara que pongo cada vez que alguien me regala un libro del cual lo desconozco todo, o casi todo. Supongo que oscila entre el escepticismo de que aquello me guste y la curiosidad por saber qué se halla en su interior. Pero siempre, siempre, es bienvenido, es una sorpresa y un reto.

Mi reto estos días se llama Maiakovsky y quien me lo regaló (me conoce bien) detectó que era alguien a quien yo debía de tener más presente y aceptar en mi reducido círculo de poetas de cabecera. Al parecer la traducción no es muy buena y esto le tortura, no descarto que haga una segunda entrega cuando dé con la traducción fetén. 
Lo importante aquí es que ya me ha inoculado el mal sin solución posible. Ya quiero más.  

Que mala gente hay por ahí ;)


martes, 16 de abril de 2013

Cave musicam !


Comenzamos la semana cautos... ¡Cuidado con la música!
¿Quién nos lanza esta advertencia y muestra serios reparos hacia la música? 
Pues nada menos que Friedrich Nietzsche desde su libro de aforismos Humano, demasiado Humano (1878) donde llega a afirmar de ella que es

“peligrosa… …su orgía, su placer en despertar estados cristianos…van a la par de la impureza de la inteligencia y de la exaltación ensoñadora del corazón” 
Curiosas palabras para quien se había marcado el firme propósito de vivir su vida consagrado por entero a la música y que llegó incluso a componer (sin mucho acierto, todo hay que decirlo). Para él, la música sola se bastaba como justificación del mundo. Ella “principio de razón suficiente”.  Pero del mismo modo que la amó, se fue apartando:
“Comencé a prohibirme, a fondo y por principio, toda música romántica. Tratase de un arte ambiguo, fanfarrón y sofocante: le hace perder fuerza y regocijo al espíritu, multiplicando toda clase de oscuros anhelos y de flotantes codicias. Cave musicam (ten cuidado con la música): es mi consejo a todos los que tengan suficiente hombría como para atenerse a las cosas del espíritu”.


Edward John Poynter "Orfeo y Eurídice"
 
Pues no sé qué deciros. 
Conmigo que no cuente porque para mi un día sin música es lo que para Charles Chaplin un día sin reír, esto es, un día perdido. Así que, me quedo con la afirmación de juventud de Nietzsche “sin música la vida sería un error”.  
Aún con todo lo que Nietzsche le atribuye: equívoco, hechizo, perversión, embrujo, no creo que haya nada que se le asemeje. Capaz de acompañarnos en cualquier momento de nuestra vida, desde los más alegres y exaltados, hasta aquellos en los que mordemos el polvo y en los que dejamos que nos retuerza por dentro con premeditación y alevosía.

Si hay alguien que en nuestros días está haciendo historia por el tratamiento que está dando a la música y sobre todo con su propósito desmitificador de la música clásica, se llama Alex Ross, crítico de música en el New Yorker. Su libro “El ruido eterno. Escuchar al siglo XX a través de su música” (2009) ha sido calificado como hito cultural de nuestra época. Su enorme amor por la música le lleva a narrar de forma magistral los principales acontecimientos del siglo teniendo a la música como hilo conductor. Y como él bien nos dice “nunca vamos a lograr traducir la música a palabras, como tampoco se puede en otros artes. Aunque el lenguaje nos resulte insuficiente nos urge compartir la experiencia”. Imposible resumir en estas líneas la tremenda labor de investigación y la visión global que el libro nos ofrece del siglo XX. Y, a pesar de su afirmación de lo insuficiente que resulta el lenguaje, consigue con nota describirnos todas las sensaciones que la música provoca.


Por si esto fuera poco, si ya me tenía ganada con “El ruido eterno” , ahora me acaba de conquistar del todo con su última publicación “Escucha esto” donde lleva al papel algo que yo siempre he pensado y defendido ante los gestos condescendientes de quienes me escuchaban (angelico, pensarían) y es la idea de que en la música no hay fronteras. Así, en su libro van de la mano Mozart, Dylan, Radiohead, Brahms, Björk, entre otros ¿hay mayor felicidad?. 
Confieso que no me lo he leído todavía y que lo que sé de este libro me lo ha contado la prensa pero en sus entrevistas, aquí os cuelgo alguna, deja buena constancia de lo que el libro ofrece. Me quito el sombrero ante afirmaciones como esta:

¿Por qué reducir la música a simples categorías y paradigmas anticuados cuando lo que nos atrapa es la mezcla, el mestizaje? Me encantaría que el término música clásica desapareciera de nuestro vocabulario y fuéramos capaces de encontrar otro. Pero aún no he logrado hallar algún término que me convenza. A lo mejor nos hemos encallado en él. El problema más grave es que se refiere a música del pasado, a música que huele a muerto. Existen muchos creadores en activo que exploran esas tradiciones y que se convierten en invisibles porque el término clásico no puede englobarles a ellos.
Un rompedor, vaya. Como lo fuera Nietzsche en su momento.
Salvando las distancias, claro.

Disfrutad de este día con música y si la compartís mejor.




 
http://www.abc.es/cultura/libros/20130309/abci-alex-ross-escuchar-musica-201303081549.html

viernes, 12 de abril de 2013

Sin ton ni son


Vuela que vuela, allá va y viene,
hace y construye, manos no tiene.*

¿Cuánto hace que no participas en una buena guerra de almohadas? 
¿y que no echas a correr para que no te pillen aunque estés deseando que lo hagan? 
¿y cuánto que no juegas un partido donde las reglas son `que no hay reglas´?

www.webalia.com
 Ojalá que haya sido hace muy poco, incluso esta misma mañana, antes incluso de tomar conciencia del plan del día. Pero me temo, es lo más normal, que si ya tienes “una edad” (vaya, todos tenemos “una edad”) que el juego no forme parte de tu día a día o haya pasado a un segundo plano, prescindible totalmente. Estoy hablando de ese tipo de juego en el que sin ton ni son, de repente, te encuentras en medio de una batalla, riendo, liberado, sudando y completamente exhausto … Uy, parece que estoy hablando de otra cosa. Pero no. Hoy no toca, ya hablaremos de sexo en otro momento, todo se andará, en cierto modo es un juego también, tiene también su componente lúdico … pero hoy vamos por otros derroteros.
 
Cuando jugamos dejamos por un momento de lado la parte lógica y seria de la vida, se produce una liberación en la que raro será si no sale nuestra verdadera esencia y personalidad. Es más, dependiendo de a qué te gusta jugar y cómo lo hagas darás pistas de qué clase de persona eres.

Para el niño es su estado natural, no concibe otra manera de relacionarse si no es a través del juego, es su medida, su aprendizaje y su apoyo en la evolución hasta la adolescencia en la que ya querrá formar parte del mundo adulto, se medirá con los mayores, rivalizará con ellos, abandonando poco a poco su espontaneidad. Momento complejo donde los haya, sumido en la perplejidad de los nuevos roles y perdido frente al sexo contrario. Llamamiento urgente a todos los que rodean a adolescentes en estos momentos, echad mano de la Inteligencia Emocional y enseñadles a hacerlo. Estaremos en sus manos en un futuro.

Pero me voy del tema. 

Voy a por los grandotes, los serios, los racionales, domesticados, alejados del instinto primero del juego y al servicio de los patrones establecidos. El juego, que antes era lo primero, ahora se infravalora y menosprecia. Así nos va. Asociamos juego a consumo, la mayoría de las veces hay una transacción económica por medio y que incluye con frecuencia la adquisición de un aparatito. Inconscientemente se considera un lujo y mientras que en el niño no hay un objetivo deliberado, en el adulto si.

Si eres de los que juega con asiduidad, enhorabuena, seguro que se te nota y lo transmites, pero si has perdido la costumbre, soy de los que opinan que no hay mejor terapia contra la rutina que jugar, así porque sí, sin más. La relación con los demás toma otro cariz, otra cercanía, desinhibe, relaja, potencia la creatividad y estimula el ánimo. En ese primer momento de comenzar a jugar todos nos sentimos muy torpes, a veces ridículos, pero pasados esos minutos iniciales todo comienza a fluir liberándonos de nosotros mismos y nuestros prejuicios, como si una voz interior nos dijera: "quita, tonto, ahora no molestes". Cuántos problemas y cuántas rayaduras mentales nos evitaríamos en todos los aspectos de nuestra vida si jugáramos un poco más y fingiéramos un poco menos.

Creo que estoy teorizando mucho, me está quedando el post demasiado científico ¿me lo estaré tomando demasiado en serio? 

Pues va a ser que si, que jugar es un tema muy serio.

 ¿Y tú a qué juegas?

 (lo siento no hay versión con subtítulos pero creo que el mensaje último se entiende bien, dejaros llevar)


Si la tengo, no te la doy
y si no la tengo te la doy*


*Premio para los acertantes de las adivinanzas ;)

miércoles, 10 de abril de 2013

En torno a José Luís Sampedro




Bueno, ¿qué tal ayer?.
Al final no como con mi sobrino, así que podemos quedar
directamente en el sitio a la hora que estimes oportuno(y eliges tú, que sabes cómo está la cosa de gentío por haber ido ayer...)
Ana




Genial.............
Ya te lo contaré con detalle. Nos encantó. Fue muy interesante y enriquecedor.
Por cierto, no te preocupes por el aforo, la asistencia y demás... por lo menos ayer estábamos en familia y tan ricamente, fue muy íntimo y muy cercano. Como este tipo de conferencias han
empezado a hacerse ahora, seguramente no son muy conocidas, y de cualquier modo no son
atractivas para la gente en general.
Mi García Montero estuvo sembrao y Matilde Moreno, de Aranjuez, todo un personaje que hizo una exposición preciosa y sin a penas mirar sus apuntes.
Sampedro entrañable, lúcido, hoy es la segunda parte de su conferencia Canción de Aprendizaje.
Paloma



Tuve la gran suerte durante unos días, en el Otoño del 2004, de estar muy cerca de José Luis Sampedro. El Foro Complutense dio en el Paraninfo de la Universidad unas conferencias con el título “En torno a José Luís Sampedro” a las cuales asistí junto con un grupo de amigos. En ellas se habló por supuesto de Economía pero, sobre todo, del “Oficio de Narrar”. Alrededor de Sampedro se congregaron autores como Luís García Montero, Marina Mayoral, Carlo Frabetti o Matilde Moreno.

Recuerdo lo impactante que resultó conocer a alguien tan bien “vivido”, tan sencillo en su verdad y tan cercano. En mi casa había crecido con la idea esa de que alguien “muy estudiado” era a la vez alguien "muy estirado” y con Sampedro se me cayeron todos los tópicos y descubrí a un ser humano como yo quería ser y a quien imitar.


-No es el resultado de una fórmula aplicada, es algo que se hace instintivamente y creo que a ello contribuyen
algunas cosas. Primero y muy importante es reírse de todo, especialmente de uno mismo. Creerse importante
es lo más nefasto que hay, si uno se sitúa en un plano realista, de sencillez y humildad -creo que no se puede
ser de otra manera-, uno llega a ser bastante indestructible. La juventud en mi caso no es el resultado de
ningún secreto, me resulta más agradable tener este espíritu. Vivo mejor así.


Todos los conferenciantes estuvieron a la altura que imponía la cercanía del maestro pero él fue lo mejor de todo, por algo nos reuníamos en su nombre, y nos dio una clase práctica de cómo Ser y cómo Estar. Que luego nos hablara de Literatura o de cómo narrar fue casi lo de menos pero ayudó a conocerle un poquito mejor.

Después vino la Indignación, el 15M, la movilización social, salir a la calle, y ahí estuvo él, tomando partido, dando ejemplo una vez más y posicionándose al lado de los que siempre pierden. Lo dijo una vez “hay dos tipos de economistas los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres”






Hoy ya no está, nos venía avisando que se iba, que ya quedaba poco, y llegó el momento. Es triste que alguien que aportaba tanto cada día que abría los ojos, que daba tanto sin medida y que era tan imprescindible frente a la barbarie financiera y cultural ya no esté. Pero ahí está su vida y su herencia.
Me quedo con las palabras de Olga, su viuda: “Que se le llore lo menos posible y que se siga luchando lo máximo posible”.

Gracias, Profesor.






martes, 9 de abril de 2013

Párate, mira.






“la vista llega antes que las palabras
…es la que establece nuestro lugar en el mundo circundante”
John Berger


Pues ahora sí que la hemos liado bien, cuando empezábamos a pensar que lo que conformaba el mundo era la capacidad para expresarlo con palabras llega John Berger, critico de arte y escritor, y nos dice que no, que primero es la mirada:“el niño mira y ve antes de hablar”.

¿Será por eso que María Zambrano puso tanto empeño en que nos tomáramos nuestro tiempo, en que nos paráramos y miráramos a nuestro alrededor antes de sacar conclusiones?

Y si se trata de mirar qué mejor guía que John Berger (Londres, 1926) quien con su libro “Modos de Ver” (1974) consiguió darle la vuelta a la manera que hasta entonces se observaba el mundo y, sobre todo, el Arte y a quien la Fundación de Amigos del Museo del Prado en el 2010 le hizo un Homenaje por haber “revolucionado la manera de entender las bellas artes desde una nueva perspectiva”.

Berger en su libro "Modos de Ver" hace un análisis de cómo vemos el mundo, analiza cómo llega el Arte a nosotros y cómo lo interpretamos. 

¿Qué esperamos encontrar al entrar en un museo? 

Imagino que la mayoría de nosotros vamos a dejarnos sorprender y pocas veces somos realmente conscientes de los condicionantes que nos acompañan durante la visita, el peso que tendrán a la hora de sacar nuestras propias conclusiones y que estarán muy en concordancia con lo que se supone que debe ser el Arte. A su vez, las imágenes vienen acompañadas por el propio modo de ver del artista y cómo lo plasmó en el cuadro o en la fotografía y esto viene a mezclarse con nuestro propio modo de ver. Vaya, un maravilloso embrollo.

Por poner un ejemplo muy claro que John Berger utiliza en su libro, aquí os dejo Trigal con cornejas, Van Gogh.

Miradlo bien.




¿Y si ahora os digo que fue el último cuadro que Van Gogh pintó antes de suicidarse?

Indudablemente estas palabras han cambiado la imagen que habéis percibido y como dice Berger “ahora es una ilustración de la frase”.  En su opinión “los cuadros, como toda información, han de defender su propia verdad contra la de toda información que se transmite continuamente”.

Alguien muy cercano a Berger, una de sus alumnas y amigas más fieles es la directora de cine Isabel Coixet. En cada una de sus películas sigue sus enseñanzas impecablemente creando unas composiciones donde se prima siempre la contemplación a la acción. Esta manera de narrar está especialmente patente en La vida secreta de las palabras donde le hace un guiño a Berger distrayendo sobre una mesa su libro “Modos de Ver” y donde su gusto por los detalles, las pequeñas cosas, los objetos, cobran un protagonismo absoluto detrás de las palabras que no se dicen. 

Qué se puede decir cuando Hanna desabrocha su blusa y muestra su pecho desnudo adornado de cicatrices. Poco. Nada.

Os dejo un trocito de la película y de fondo sonando Antony and the Johnsons cantando “Hope there’s someone” …...ufff, sin palabras…





viernes, 5 de abril de 2013

...y por fin la eternidad


Veamos, hemos esbozado algún trazo sobre la duda (¡gracias, Groucho!), cazado alguna idea sobre Lenguaje y Filosofía con Wittgenstein y, de la mano de algún que otro poeta, nos acercamos un poquito a la Poesía.  Si me habéis seguido hasta aquí y lo habéis seguido con interés, ya os tengo donde quería: en el centro mismo del corazón y su metáfora. Hemos llegado a María Zambrano. En ella encontramos que todo esto de lo que hablábamos desemboca casi de puntillas en su Razón Poética donde cabeza y corazón se unen. Poesía y Filosofía de la mano.

Nunca nadie me habló de María Zambrano hasta el día en que conocí a Eliseo Alberto, Lichi, y compartí con él y unos amigos una noche sin prisas y llena de buena conversación. Esa noche nos dieron las tantas y llegué al trabajo sin dormir pero completamente transformada y feliz por todo lo que oí y aprendí a su lado.

Siento cierto placer hoy al verles reunidos en este post.



En 1992 Lichi publica “La eternidad por fin comienza un lunes”, título tomado de un poema de su padre Eliseo Diego, cuyo argumento principal se desencadena el día que María Zambrano da en La Habana su conferencia “La metáfora del corazón”.

“La joven María Zambrano reinaba desde un trono de terciopelo verde… … y usaba para sus cigarrillos una boquilla de ébano. Jamás mujer alguna la habrá manejado con tanta elegancia y gracia, pensaba Asdrúbal cuando le oyó decir a boca de jarro que el corazón es grande “como un espacio que dentro de la persona se abre para dar acogida a ciertas realidades”… … el corazón no arde como fuego sino como llama, “llama que no produce dolor sino felicidad”


Dicha conferencia sucedió en verdad el 24 de febrero de 1965 en La Habana, fruto de la estrecha colaboración de Zambrano con la cultura cubana desde que se viera obligada a exiliarse al comienzo de la guerra en España.

El mago Asdrúbal encontró ese día la solución para materializar de una vez por todas el truco de los trucos, un sueño largamente acariciado, el gran número “De Corazón a Corazón”


“Lo que hasta esa tarde parecía pura fantasía, comenzaba a madurar en una manera de ver y entender la vida, en una posibilidad de franquear los límites establecidos por veinte siglos de razón  …se creyó apto para acorralar entre los fuegos cruzados de la inteligencia y de la poesía aquel detalle que por ser tan simple había pasado inadvertido. “Mas antes de llegar el corazón a esa asunción suprema que es el amor, aún le queda mucho trabajo”, oyó decir en una nube de humo: “Trabajo oscuro y sin expresión alguna, o al menos sin palabras, que el amor al fin encuentra siempre”. La joven interrumpió por unos segundos la lectura del texto, bebió unos sorbitos de agua, y cargó la boquilla antes de concluir: “Lo profundo es una llamada amorosa. Por eso, toda sima atrae”


Lo que pasa a continuación en el libro es digno de leerse y lo recomiendo vivamente, por su prosa desbordante, la magia que destila, su sentido del humor. Le compararon con García Márquez (amigo suyo, por cierto) pero, aún siendo muy clara la influencia de ese realismo mágico, Lichi bebe de muchas otras fuentes que consiguen crearle una voz propia. Seguramente muchos recordaréis la película Guantanamera cuyo guión es suyo.

El corazón, “la entidad más implacablemente condenada al destierro” cuando la corriente Romántica europea llegó a su fin, “… pesa; y es lo peor, puede hacer sentir su peso, que equivale al del universo entero, como si en él pesara la vida de alguien que, en la vida, no puede ya vivirla. Es la pesadumbre, esa palabra tan hondamente española, la pesadumbre que proviene siempre del corazón”

Pero Asdrúbal, gracias a las palabras que oyó aquella tarde a María, consiguió el coraje suficiente para materializar su sueño y llevar literalmente a su amada en el corazón. El truco tendréis que leerlo ;)

Por supuesto, que el pensamiento de María Zambrano no se resume en un truco de magia, ni yo quiero que quede ahí esto. Ella es una de las filosofas más inclasificables que ha habido, difícil hacerlo cuando su empeño fue traducir lo invisible.

No dejéis de ver este estupendo reportaje de La Mitad Invisible que hoy os cuelgo aquí.
Seguramente lo entenderéis todo mucho mejor pero no seréis capaces de explicarlo.




Bibliografía:
María Zambrano “Hacia un saber sobre el alma”, Alianza Literaria, 1987
Eliseo Alberto “La eternidad por fin comienza un lunes”, Ed. Anagrama, 1992

lunes, 1 de abril de 2013

Un arma cargada


Habíamos quedado que en lo limitado o no que tenga yo mi lenguaje así será mi mundo de estrecho y que esos límites, a su vez, están en relación con los juegos del lenguaje que comparto con mis semejantes pero ¿dónde están esos límites y esos juegos cuando nos encontramos ante un poema? ¿qué se supone que tengo que leer en él? ¿la experiencia que el poeta me muestra o la que vicariamente me lanza a experimentar? ¿es a él o a mí a quien oigo o leo en ese momento íntimo de la comunicación? 
Supongo que todo a la vez.


"…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como perlas de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi   poema…   Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció. Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces… Son antiquísimas y recientísimas… Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada..."

Confieso que he vivido, Pablo Neruda


El poema, misterioso e inasible, ha dado mucho de qué hablar “¿Qué es poesía? Poesía eres tú” decía Bécquer, así de claro. “Erotización del lenguaje” decía Octavio Paz, ahí queda eso. “Lenguaje incorruptible” para Gerardo Diego, tan incorruptible él a su vez, o Lorca “la poesía no quiere adeptos, quiere amantes”. Para mi, por si interesa, la poesía es el paroxismo del lenguaje donde con frecuencia lo que más se oculta es lo que más se ve.

Hay quien dice que el lenguaje no se puede estudiar como cualquier otra disciplina porque el instrumento y el objeto de estudio es lo mismo y, por tanto, viciado ya nada más comenzar el análisis. Imaginad entonces la complejidad que alcanza con la poesía donde lo que se busca precisamente es romper límites, morder las palabras, libar en ellas, volverse ellas y donde no hay un solo tema al que no se meta mano, desde el poema mismo:  “En esta luz del poema / todo / desde el más nocturno beso / al cenital esplendor / todo está mucho más claro“ P. Salinas ; a la soledad “Por ti, mi soledad, los busqué un día; En ti, mi soledad, los amo ahora”, Cernuda; o a los amigos: “Así un día en la barca de la sombra / de tanta ausencia abrigará mi pecho / esta antigua ternura que los nombra”, J. Cortázar; y, por qué no,  las moscas:Vosotras, las familiares, inevitables golosas; vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas”, A. Machado;  por su puesto, el sexo "...Un nítido recuerdo del placer que hallé en ti
se dibuja en el aire contrariado de mi vivo deseo todavía",
V. Gallego; la vida: Que la vida iba en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde”, Gil de Biedma.Y, cómo no, el amor, tema estrella, el anhelado, odiado, sufrido, deseado, mancillado, enaltecido, motor y freno de todo lo demás: “¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras me dirás que te amo?”, J. Sabines.

Obviamente el responsable del mensaje, del poema, es el que lo emite. Ponernos o no a tiro, darnos o no por aludidos, depende sólo de nosotros y cuando lo hacemos qué maravilloso se vuelve entonces el lenguaje, caleidoscópico en su quintaesencia, certero en su disparo.

En estos días, más allá de las flores y los ocasos, los pájaros o la Primavera, más allá de todo adorno,  necesitamos una poesía que se apoye en sus versos para transformar. Necesitamos la Palabra. Hoy más que nunca necesitamos a Gabriel Celaya.

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO





Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,




cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.




Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.




Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.




Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.




Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.




Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.




Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.




Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.




Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.




No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.




Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.