Portada del libro de C. Stuart. Ed. Beascoa |
Pues si, supongo que la contestación sería: “Gracias” al menos eso es lo
que nos enseñaron a decir como muestra de buena educación.
Pero en estos
días hay pocos motivos para agradecer nada y, sobre todo, en materia de
educación. Dan ganas de contestar de otro modo menos amable y educado.¿Que qué se dice? Se dice: Así NO.
Que les habrá hecho a nuestros señores políticos la Educación Pública para que cada día la ahoguen un poquito más, la vapuleen
hasta la tortura, la menosprecien y la nieguen recursos de la manera en que lo
hacen.¿Puede ser que de este modo el foco de atención se va hacia
la educación privada que es donde está el dinero? ¿Puede ser porque universalizar una enseñanza de calidad desdibujaría
las diferencias de clase y eso no se puede consentir?
Enzarzados en discusiones inanes, vendiéndonos sus buenas
intenciones de mejora, cada cierto tiempo nos vuelven a presentar un nuevo
proyecto de ley ¿Por cuál vamos ya? Que si LOGSE, que si LOE, LODE, LOCE, ahora preparándose en la línea
de salida la LOMCE. Esta
última desencadenada, entre otras cosas, porque existe una asignatura llamada
Educación para la ciudadanía que arrincona a la de Religión (pensé que éramos
un estado laico). Pero nunca con ninguna de estas sesudas propuestas dan en el clavo y demuestran que en realidad se preocupan muy poco por ella, de verdad, con la intención de mejorarla.
La Educación
no es una mercancía, ellos creen que sí. Para ellos todo se compra y se vende, es el único lenguaje que entienden. Habrá que sacarles de su error entre todos.
La educación necesita nuevos planteamientos que la sitúen
donde siempre debería estar en el centro de nuestra sociedad, como el objetivo
principal de todos. No es la banca. No es el armamento. No son los mercados. Es la Educación. Todos debemos concienciarnos de esto, pues sin este convencimiento nunca conseguiremos evolucionar hacia una sociedad más equitativa y feliz. Hay que mimar todos los elementos que intervienen en ella
desde sus instalaciones, sus recursos, hasta sus actores: profesores, padres y
alumnos. Sin recortes, sin racanear un céntimo. Todos conocemos buenos ejemplos de cómo hacerlo y dónde se lleva a la práctica con resultados ampliamente satisfactorios.
Si ya es una responsabilidad enorme educar a nuestros niños
y jóvenes, hacerlo como lo hace la Educación Pública española con todo en contra, cada
vez más sacrificada, es casi un milagro. No sé por qué luego nos escandalizamos
del altísimo fracaso escolar que tiene nuestro país. Lo asombroso es que
consigamos aún algún buen resultado y que todavía haya quien quiera estudiar, con
tan pocos recursos y un futuro tan poco esperanzador. Será que ante la adversidad sólo los mejores se crecen y eso es lo que buscan nuestros sesudos políticos: la selección de la especie. Sabio plan.
La
Educación necesita paciencia, recursos, espacio y tiempo, y
tal y como ahora está planteada es complicadísimo conseguir este caldo de
cultivo en nuestros colegios. Aún así, cada mañana los maestros de la escuela
pública llegan a sus colegios para abrir sus puertas y comenzar un
nuevo día con la esperanza de que algo bueno dará todo ese esfuerzo.
¿Qué se dice?
¡Gracias!
Os dejo unos cuantos enlaces por si queréis seguir dándole vueltas al tema.
Ya me diréis qué os parece.
Esperando por Superman (Waiting for Superman)
(Dir.: Davis Guggenheim. 2010, EE. UU. 102 min)
https://www.youtube.com/watch?v=2iXR_HZd--4
(Dir.: Davis Guggenheim. 2010, EE. UU. 102 min)
https://www.youtube.com/watch?v=2iXR_HZd--4
Solo es el principio (Ce n'est qu'un debut)
(Dir.: Jean-Pierre Pozzi, Pierre Barougier. 2010, Francia. 102 min)
https://www.youtube.com/watch?v=Kvz0CjtwH2k
(Dir.: Jean-Pierre Pozzi, Pierre Barougier. 2010, Francia. 102 min)
https://www.youtube.com/watch?v=Kvz0CjtwH2k
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